Si te encanta despertarte temprano, ponerte unos calcetines gordos, calzarte tus mejores botas de montaña y paso a paso descubrir los rincones de nuestro país, tienes que venir a Granada. Esta provincia cuenta con cientos de rutas que entrarán de golpe en tu corazón gracias a sus paisajes, su fauna, su flora, su historia, y, además, contar con un ecosistema natural súper bonito en el que se encuentra el pico de mayor altitud de toda la Península Ibérica.
Los pueblos de la Alpujarra y la nieve en las cumbres de Sierra Nevada te harán respirar aire fresco, ver la vida con otra perspectiva, relajar la mente y recargar las pilas.
La Ruta del Gollizno: A algo menos de una hora en coche de Granada, la Ruta de Gollizno te espera con un sendero que en todo momento acompaña al río Velillos. Ubicado en el municipio de Moclín, este río ha dado forma a una garganta preciosa. Durante las cuatro horas de recorrido nos encontraremos lugares muy especiales. Uno de ellos es, nada más y nada menos, que el Castillo de Moclín. Además, por el camino podréis toparos con pinturas rupestres, pasarelas de madrea y un puente colgante que pondrá a prueba tus nervios. A pesar de que la actividad puede realizarse de forma independiente, contar con un guía que te explique cada pequeña historia y anécdota siempre supone un plus para la experiencia.
Los Cahorros de Monachil: Similar a la anterior debido a que convive con un río y otra increíble garganta, esta ruta, de dificultad baja y de 10 kilómetros de longitud, es ideal para una jornada desenfadada. En este caso el protagonista será el Río Monachil y la garganta de los Cahorros. En los últimos años se ha convertido en una actividad muy frecuentada en la zona y gran parte de la culpa la tienen las pozas donde darse un chapuzón y los puentes colgantes que atravesarás.
Trevélez - Siete Lagunas: ¿Quién no querría visitar y ver con sus propios ojos los maravillosos paisajes que deja encontrarse en el pueblo más alto de toda España? Esta ruta de 12 kilómetros da comienzo en Trevélez, municipio ubicado a 1.500 metros de altura en la falda del pico Mulhacén. Se trata de una ruta que realmente supone un desafío, pero que vale la pena por todo lo que te encontrarás a cada paso. Su meta se encuentra en Siete Lagunas, un valle de origen glaciar asombroso.
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