Bajo las colinas de Guadix se esconde uno de los tesoros más singulares de Granada: el barrio de las cuevas. Una combinación de geología y arquitectura en la que, gracias a la composición arcillosa de estas montañas, encontramos más de 2000 viviendas subterráneas habitadas que se mantienen todo el año a una agradable temperatura de entre 19 y 22 grados.
El origen de estas peculiares cuevas se remonta a la etapa de la Reconquista, momento en que las minorías no integradas en Granada encontraron en estas montañas de Guadix el refugio que necesitaban y nos dejaron un legado de un valor incalculable.
Estructura de las cuevas
A quienes construyen estas cuevas se les conoce como “picaores”. ¿Sabéis el dicho de empezar la casa por el tejado? Pues en este caso es lo recomendable. Estos orificios subterráneos se empiezan a picar desde el techo hacia abajo.
La construcción de las cuevas comienza con una primera pieza, el portal, a partir de la cual se van abriendo el resto de habitaciones, con “armarios empotrados” en forma de orificios y con cortinas en lugar de puertas, para facilitar la ventilación; que se consigue gracias a la corriente de aire que se forma entre la puerta, la ventana y las chimeneas que suelen caracterizar a estas casas.
Las cuevas se señalan también por su color blanco brillante, procedente de la cal que se usa para cubrir sus paredes y fachadas, donde predominan los arcos y las formas redondeadas, que se integran con el paisaje a la perfección.
Lo que confiere aislamiento térmico y sonoro a estas cuevas es la arcilla, permitiendo refugiarse del frío durante el invierno, resguardarnos del calor en verano y disfrutar de un ambiente de tranquilidad y silencio dentro de estas grutas.
Visitar las cuevas
A día de hoy podemos disfrutar de una visita a las cuevas que merece mucho la pena. Recomendamos iniciar nuestra visita en la Plaza de la Ermita Nueva, puerta de entrada al barrio con un mural en honor a San Pedro Poveda.
Desde allí pasamos al Centro de Interpretación Cuevas de Guadix, donde nos informarán sobre todo lo que necesitemos sobre estas cuevas: su historia, sus oficios, el arte que las rodea, cómo se vivía antes y cómo se vive actualmente…
Muchas de las cuevas están abiertas al público y son visitables, algunas a cambio de una pequeña propina y otras de forma gratuita. Además de alojamientos familiares, algunas son casas rurales, otras museos de artesanía, bodegas, restaurantes… Recomendamos dar un buen paseo por sus calles e ir descubriendo las casas en función de lo que más nos llame la atención. La forma del barrio y sus caminos es bastante anárquica puesto que se aprovecha la forma de la montaña, así que lo mejor es aventurarse a andar de forma intuitiva por estos cerros. En el barrio hay diferentes miradores desde donde podremos apreciar el sinuoso y sugerente paisaje de las cuevas de paredes blancas integradas en las montañas, la Alcazaba y la Catedral de Guadix.
Dónde alojarse en Guadix
En pleno centro de la ciudad, a solo 15 minutos a pie del barrio de las cuevas, el hotel YIT Abentofail te ofrece todos los servicios para hacer de tu estancia un momento inolvidable. Sus habitaciones luminosas y amplias, su encantador patio central y su deliciosa Taberna-Restaurante El Búho, te regalarán un rincón de lujo y comodidad inigualable en Guadix.